Carniceria Magri Bruno

Carniceria Magri Bruno

Descripción

Como dice el letrero de la histórica tienda de Chiuduno, abierta por el abuelo en 1926, él “da la cara”. Nada más entrar, la cara alegre de Fabio Magri, “él”, nos acoge desde la otra parte del mostrador levantado, como solía ser en el pasado, impartiendo su sabiduría de carnicero-predicador. Sin embargo, las suyas no son solamente palabras. Hace años, quizás hace siempre - después del abuelo Luigi, el padre Bruno ha manejado el negocio - la carnicería Magri mantiene y fortalece la relación directa con los proveedores, la única garantía auténtica y certificada para el cliente. 

Más bien, durante los años se ha afinado el pensamiento ético en el cual se basa una decisión que supo gratificar (aunque no suficientemente a nivel comercial) los protagonistas y la clientela, que entendió la calidad de los productos y su mensaje también. Fabio Magri piensa que el hombre esté en el centro de todo, de cualquier tipo de actividad. De hecho, la rastreabilidad representa la posibilidad de saber cómo actúan las personas durante su trabajo de agricultores, ganaderos, productores, artesanos, comerciantes.  

“El valor es más importante que el precio. El valor determina el precio, porque no es posible hacer que algo sea bueno si ya no lo está por su naturaleza”. Palabra de Fabio Magri, que siempre ha estado en busca de la calidad del producto: esta es la consecuencia lógica de aquellos principios en el cuales se basa la calidad de la vida, donde lo más importante es la sustancia, el respeto del hombre y del territorio donde opera.  

Además de su cara, el aporte de Fabio Magri y de su carnicería pasa a través del contacto directo con los ganaderos, que proporcionan los animales después de criarlos según un protocolo de estabulación y alimentación natural concordado y constantemente controlado. Además de las carnes frescas la carnicería propone embutidos caseros de alta calidad (destacan el salami y la salchicha loanghina), elaborados y seleccionados con la misma atención en esta pequeña tienda, dónde es imposible no dejarse llevar por la energía y el entusiasmo del dueño. 

 


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Como dice el letrero de la histórica tienda de Chiuduno, abierta por el abuelo en 1926, él “da la cara”. Nada más entrar, la cara alegre de Fabio Magri, “él”, nos acoge desde la otra parte del mostrador levantado, como solía ser en el pasado, impartiendo su sabiduría de carnicero-predicador. Sin embargo, las suyas no son solamente palabras. Hace años, quizás hace siempre - después del abuelo Luigi, el padre Bruno ha manejado el negocio - la carnicería Magri mantiene y fortalece la relación directa con los proveedores, la única garantía auténtica y certificada para el cliente. 

Más bien, durante los años se ha afinado el pensamiento ético en el cual se basa una decisión que supo gratificar (aunque no suficientemente a nivel comercial) los protagonistas y la clientela, que entendió la calidad de los productos y su mensaje también. Fabio Magri piensa que el hombre esté en el centro de todo, de cualquier tipo de actividad. De hecho, la rastreabilidad representa la posibilidad de saber cómo actúan las personas durante su trabajo de agricultores, ganaderos, productores, artesanos, comerciantes.  

“El valor es más importante que el precio. El valor determina el precio, porque no es posible hacer que algo sea bueno si ya no lo está por su naturaleza”. Palabra de Fabio Magri, que siempre ha estado en busca de la calidad del producto: esta es la consecuencia lógica de aquellos principios en el cuales se basa la calidad de la vida, donde lo más importante es la sustancia, el respeto del hombre y del territorio donde opera.  

Además de su cara, el aporte de Fabio Magri y de su carnicería pasa a través del contacto directo con los ganaderos, que proporcionan los animales después de criarlos según un protocolo de estabulación y alimentación natural concordado y constantemente controlado. Además de las carnes frescas la carnicería propone embutidos caseros de alta calidad (destacan el salami y la salchicha loanghina), elaborados y seleccionados con la misma atención en esta pequeña tienda, dónde es imposible no dejarse llevar por la energía y el entusiasmo del dueño.