La Catedral se halla en la plaza homónima, en el Corazón de Città Alta: este sitio ya era un lugar religioso durante el siglo V d.C., como demuestran las capas arqueológicas del subsuelo. En su interior vas a encontrar muchos tesoros, como por ejemplo las pinturas de Giovan Battista Moroni y Andrea Previtali, el Martirio de San Juan Obispo realizado por Gaimbattista Tiepolo, un retablo de Carlo Ceresa, unas taraceas de madera y mármol de Andrea Fantoni.
Pero lo más precioso y destacado es sin duda la tiara de Papa Juan XXIII, hoy Santo, el papa nacido en el pueblo de Sotto il Monte, en la provincia de Bérgamo. Se trata de un reluciente tocado de oro tachonado de perlas, rubíes, diamantes y esmeraldas, creado por Attilio Nani.
Una urna ubicada en el altar mayor guarda los restos de San Alessandro mártir, santo protector de la ciudad de Bérgamo, al cual se dedicó esta catedral.
Se dice que el cristianismo llegó a Bérgamo con los presos romanos cristianos de Oriente, condenados a trabajar en las minas de hierro del Valle Seriana: los llamados “Damnati ad Metalla”. Una vez libres, se movieron y se unieron al culto de San Vicente de Zaragoza, construyendo varias iglesias, también donde se realizó sucesivamente la Catedral de Bérgamo. Este primer edificio, remontándose al VIII siglo, permaneció hasta mitad del siglo XV, cuando el renombrado arquitecto de Florencia Filarete construyó una nueva estructura con planta de cruz latina. Sin embargo, Bérgamo ya tenía su Catedral, la iglesia dedicada a San Alessandro, patrón de la ciudad: por eso, durante la Edad Media las dos iglesias rivalizaron, hasta que en 1561 la segunda se destruyó para construir las Murallas Venecianas alrededor de Città Alta. Desde entonces y hasta la fecha, la catedral de San Vicente tomó el nombre de San Alessandro y se convirtió en la única catedral de la ciudad.
La Catedral se halla en la plaza homónima, en el Corazón de Città Alta: este sitio ya era un lugar religioso durante el siglo V d.C., como demuestran las capas arqueológicas del subsuelo. En su interior vas a encontrar muchos tesoros, como por ejemplo las pinturas de Giovan Battista Moroni y Andrea Previtali, el Martirio de San Juan Obispo realizado por Gaimbattista Tiepolo, un retablo de Carlo Ceresa, unas taraceas de madera y mármol de Andrea Fantoni.
Pero lo más precioso y destacado es sin duda la tiara de Papa Juan XXIII, hoy Santo, el papa nacido en el pueblo de Sotto il Monte, en la provincia de Bérgamo. Se trata de un reluciente tocado de oro tachonado de perlas, rubíes, diamantes y esmeraldas, creado por Attilio Nani.
Una urna ubicada en el altar mayor guarda los restos de San Alessandro mártir, santo protector de la ciudad de Bérgamo, al cual se dedicó esta catedral.
Se dice que el cristianismo llegó a Bérgamo con los presos romanos cristianos de Oriente, condenados a trabajar en las minas de hierro del Valle Seriana: los llamados “Damnati ad Metalla”. Una vez libres, se movieron y se unieron al culto de San Vicente de Zaragoza, construyendo varias iglesias, también donde se realizó sucesivamente la Catedral de Bérgamo. Este primer edificio, remontándose al VIII siglo, permaneció hasta mitad del siglo XV, cuando el renombrado arquitecto de Florencia Filarete construyó una nueva estructura con planta de cruz latina. Sin embargo, Bérgamo ya tenía su Catedral, la iglesia dedicada a San Alessandro, patrón de la ciudad: por eso, durante la Edad Media las dos iglesias rivalizaron, hasta que en 1561 la segunda se destruyó para construir las Murallas Venecianas alrededor de Città Alta. Desde entonces y hasta la fecha, la catedral de San Vicente tomó el nombre de San Alessandro y se convirtió en la única catedral de la ciudad.
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Un espacio único en llano y accesible.
Presbiterio y Capilla de San Vincenzo no accesibles (7 escalones); Cripta no accesible (escalera); Capilla del Crucifijo 1 escalón de 17 cm.
Obras de arte visibles, con indicaciones en 4 idiomas; no hay auxilios para personas ciegas.
Baños
No hay instalaciones sanitarias.
Evaluación sintética
O: accesible con acompañado.
/: accesible con acompañado.
Gallery
Parcheggio in piazza Mercato del Fieno
Percorso di avvicinamento in via Mario Lupo
Scivolo d'ingresso
Ingresso
Bussola ingresso
Interno