El término “Gombito” deriva de la propia ubicación de la torre, que se alza ad compitum, es decir, en el punto de intersección del cardo y el decumanus maximus de la ciudad romana (vía S. Lorenzo/vía Mario Lupo y vía Gombito, respectivamente).
Se construyó en el siglo XII y hoy alcanza una altura de 52 metros, frente a los 64 metros originales.
La torre ha conservado su aspecto original, característico de las construcciones defensivas medievales.
En el siglo XVI se instalaron dos talleres en la planta baja.
El edificio mantuvo una vocación comercial hasta la última década del siglo XX.
Donada al Ayuntamiento de Bérgamo en 1877, la torre fue objeto de una serie de intervenciones estructurales que respetaron su perfecta técnica de albañilería y sus hábiles detalles constructivos.
Una cosa más…
Sube los 263 escalones y descubre la vista más impresionante de la ciudad: la cima de la torre es un mirador privilegiado. Desde la terraza podrás disfrutar de una vista de 360 grados de la ciudad, la llanura, las colinas y los valles de Bérgamo y, en los días claros, tu mirada llegará hasta Milán y las montañas.
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