Construido entre 1605 y 1606, se alimentaba de un manantial situado cerca de la Ciudadela, del agua de lluvia y del Acueducto Magistral.
La vasta cámara que se extendía bajo la plaza podía recoger hasta 1.300 metros cúbicos de agua.
El único elemento que sugiere su presencia es un sencillo pozo cuya estructura recuerda a los pozos venecianos.
Fue erigido en 1763, por orden del prefecto Marino Cavallo, como recuerda un grabado aún visible en el lado izquierdo.
En el siglo XIX, se convirtió en fuente mediante la instalación de una bomba de pistón.