Se encuentra a la entrada de Albino, al borde de la carretera de Clusone.
Su origen no se remonta a una aparición, sino a un milagro ocurrido ante la estatua de Nuestra Señora de los Dolores, venerada en una capilla de la iglesia.
El Santuario es obra del arquitecto Antonio Piccinelli y es el resultado de la unificación de dos edificios sagrados preexistentes, la Iglesia de la Invención de la Santa Cruz (anterior al siglo XI) y un santuario dedicado a la Virgen del siglo XVI.
La iglesia tiene estructura de cruz latina.
En su interior hay pinturas de Moroni, Salmeggia y Zucco, numerosos exvotos y la capilla de la Santísima Virgen de los Lamentos.
El Santuario es el destino de numerosas peregrinaciones.