El Santuario de la Madonna dei Campi está situado en la campiña que rodea Stezzano, a 5 kilómetros de Bérgamo.
Según la tradición, había una capilla con una imagen de la Virgen, a la que los campesinos eran muy devotos.
Un día, hace ocho siglos, una mujer vio allí una gran luz y se le aparecieron la Virgen y el Niño.
Se construyó una pequeña iglesia donde, en mayo de 1586, empezó a manar agua de un pilar con un fresco de la Virgen; el 12 de julio siguiente, la Virgen se apareció a dos niñas de Stezzano.