Para disfrutar mejor del puente y del entorno natural en el que se encuentra, te recomendamos que tomes el carril bici que discurre por el lado bergamasco del río Adda.
Al mirarla, la comparación con la Torre Eiffel es inmediata, y de hecho las dos construcciones comparten tanto el periodo de construcción (1887-1889) como la técnica.
Ambas están compuestas por vigas clavadas; en este caso, ¡2.500 toneladas de hierro sujetas por más de 100.000 clavos!
Al pasar bajo el pilón oriental del Puente Paderno, tendrás una vista del increíble arco, de nada menos que 85 metros de altura.
La atmósfera en la que te sumergirás es especial: por un lado te sentirás inmerso en la naturaleza (el pueblo es invisible desde aquí y los coches pasan demasiado alto para ser una molestia), por otro estarás en contacto con una maravilla arquitectónica de hace un siglo.
CURIOSIDADES
Siguiendo por el camino, al cabo de un rato también podrás admirar los primeros trabajos de excavación en la pared del desfiladero que realizaron para insertar el pilón del puente.
Éste, debido a un cambio en el diseño, se construyó entonces unos cientos de metros más arriba, por lo que hoy todavía puedes ver de cerca el impresionante corte en la roca viva, ¡tan pintoresco que hoy se ha convertido en un popular rocódromo!