Palacio Polli Stoppani Fue construido hacia 1500 según un diseño de Pietro Isabello, y renovado en 1700.
Vittorio Polli la adquirió en 1960 como residencia familiar.
En 1962, sobre la base de un proyecto del arquitecto Sandro Angelini, sufrió una renovación que realzó sus características únicas, como el hecho de descansar directamente sobre la roca de Città Alta, al tiempo que la hizo habitable en el estado en que permaneció hasta el fallecimiento de los propietarios.
En 2009, la Sra. Anna Maria Stoppani decidió que el edificio se utilizara como sede de la Fundación Polli Stoppani, una organización benéfica que trabaja para apoyar a las personas (con especial atención a los ancianos, las mujeres, los niños y las familias con dificultades), así como para promover la cultura, tanto en lo que respecta a la recuperación del patrimonio histórico-artístico local como a la sensibilización sobre cuestiones sociales, y para apoyar al Museo del Valle, la Fondazione Polli Stoppani ONLUS de Zogno, el primer compromiso benéfico iniciado por los fundadores en 1979.
En 2016, la Fundación ordenó el inicio de las obras de renovación del edificio, que tardaron más de un año y medio en devolver la estructura a un estado en el que pudiera servir a los fines de la Fundación.
La fachada del palacio Polli Stoppani tiene cuatro pisos sobre el nivel del suelo; en la planta baja, bajo una gran arquivolta de piedra, hay una fuente, contrapesada a la izquierda por el vestíbulo de entrada.
Desde éste, una insólita escalera en forma de Z conduce al patio colgante.
El visitante que cruza la puerta es recibido por un sol de cobre realizado, según un diseño de Sandro Angelini, con la técnica del pan de oro y colgado sobre lo que fue una fuente medieval.
En el patio del primer piso hay una fuente con el letrero “Ottima cosa è l’acqua” (“Gran cosa es el agua”), rodeada en tres lados por diez columnas de pietra serena.
Cada planta ocupa 400 metros cuadrados.
La primera planta, que se abre a salas con techos cubiertos de frescos del siglo XVIII, está dedicada a exposiciones temporales, mientras que la segunda alberga una valiosa colección privada donada por los propios Fundadores con obras de los siglos XIV al XIX y varias esculturas de madera del siglo XVI.
El tercer piso es donde vivían los propietarios: hay un salón dominado por una gran chimenea, la larga mesa donde cenaban los fundadores con sus familiares y amigos, algunos nichos en las paredes que parecen haber sido hechos para albergar obras de arte.
Hoy alberga los locales institucionales y operativos de la Fundación.