El palacio lleva el nombre de su mecenas, Enrico Frizzoni, quien, según su testamento, quería que fuera el Ayuntamiento.
Diseñado por Rodolfo Vantini, el palacio se construyó entre 1836 y 1840 en estilo neoclásico: de hecho, las doce pilastras corintias que dividen las ventanas de la fachada recuerdan la arquitectura grecorromana, al igual que el pórtico con las ocho columnas jónicas que encontrarás al cruzar la entrada.
Con motivo de las celebraciones institucionales, ¡también tendrás la oportunidad de visitar el interior del edificio!
Al final de la gran escalinata, encontrarás la sala utilizada para las reuniones del consejo.
Entrando en cambio en la Sala de los Espejos, podrás admirar el maravilloso suelo de mosaico, con el escudo de armas de los Frizzoni en el centro, formado por dos flechas atadas por una cinta.
En la planta baja, en la Galería de los Cardenales, encontrarás retratos de cardenales bergamascos, como Angelo Roncalli, que llegó a ser el Papa Juan XXIII. El Palacio Frizzoni es también una pinacoteca: alberga 80 cuadros de la Accademia Carrara.
En la entrada del edificio se ha inaugurado recientemente la primera parada para bebés del municipio de Bérgamo: aunque salgan a dar una vuelta por el centro de la ciudad, las madres podrán encontrar aquí cambiadores para bebés, espacios acogedores para amamantarlos, sillones para descansar y juegos para sus bebés.
El parque está abierto de lunes a viernes, de 9 a 17 h.
Niños de 0 a 10 años, acompañados de un adulto.