Nacido en los años 70 de la pasión y dedicación de Don Giacomo Piazzoli, párroco de Brembo, este museo es hoy único en el mundo por el número y la calidad de sus colecciones.
Ubicado en una antigua sala de cine, cuenta también con una minisala de proyecciones donde podrás admirar un belén electrónico escénico que gira, se ilumina y se acompaña de música.
De un núcleo inicial de 250, hoy puede contar con más de 900 belenes dispuestos en dos plantas, del siglo XVIII en adelante.
De hecho, el arte del belén vivió su época dorada en el siglo XVIII, consolidando la tradición de distintas Escuelas: napolitana, francesa, española, polaca.
Al entrar en el museo, verás enseguida un majestuoso belén de los años setenta; a continuación, quedarás encantado con la obra del artista napolitano Antonio Greco, una auténtica “roca” de más de 20 metros cuadrados con más de 130 estatuas, rica en minuciosos detalles de la vida cotidiana de los personajes que la hacen parecer siempre actual y viva.
Continuando la visita, entrarás en la fiel reproducción de un taller bergamasco que fabricaba figuras de escayola a finales del siglo XIX: entre moldes, colores, tornos, verás cómo se creaban las estatuas que luego enriquecían las exposiciones privadas o públicas. Respirarás aire internacional con belenes artesanales procedentes de Asia, África, América Latina y Australia.
También hay hallazgos arqueológicos de Tierra Santa, grabados antiguos, belenes de papel, tarjetas y postales de Navidad, fotografías, audiovisuales; incluso puedes consultar una biblioteca especializada en belenes y un archivo histórico.
Un museo apto para visitantes de todas las edades, donde la historia, la religión y la cultura se unen armoniosamente.