Disputada entre Milán y Venecia, esta figura del Renacimiento italiano se incluye en la lista de bergamascos ilustres: se trata de Bartolomeo Colleoni, que fue un valeroso jefe militar de la Italia del siglo XV, al servicio de los Sforza, los Visconti y la Serenísima (la República de Venecia).
Es necesaria una introducción a esta figura histórica, porque el Luogo Pio della Pietà era la casa del capitán en Bérgamo y solía alojarse allí cuando estaba en la ciudad.
Al no tener herederos varones, a instancias del propio Colleoni, en 1476 se convirtió en una institución benéfica destinada a acoger a mujeres marginadas e indigentes, condición que conserva hasta hoy y de la que deriva su nombre.
Un pequeño patrimonio artístico se encierra entre los muros de este edificio situado en el corazón de Bérgamo, Città Alta, y da testimonio del menos conocido espíritu de mecenazgo de Bartolomeo Colleoni, más conocido por sus hazañas militares.
También gracias a su voluntad testamentaria, el interior del Luogo Pio se enriqueció con notables frescos y decoraciones, algunos de los cuales se han conservado hasta nuestros días, y que ahora tú también puedes visitar.
En la fachada de entrada puedes encontrar elementos originales, como el elegante portal de arenisca y mármol rojo, en el que aún se reconocen los escudos Colleoni.
Justo encima de la entrada, verás también un fresco de un Cristo en Piedad, tema muy recurrente en el siglo XV, que muestra el carácter religioso de la institución.
Cruzando el pequeño patio, entrarás en la parte del edificio que alberga el museo y el archivo histórico, que también es original.
De las cinco salas que componen el edificio, al menos a las dos primeras no podrás renunciar: son las estancias principales del edificio, y en cada una de ellas encontrarás algunos caprichos imperdibles.
Se cree que la Sala Uno era la zona de recepción del Luogo Pio.
Uno de sus frescos representa a la Virgen con el Niño, San Roque y San Sebastián, pintado en acción de gracias por el fin de la epidemia de peste de 1529.
En la pared siguiente, conocerás “personalmente” al propio Colleoni, que está representado adorando al pie del Crucifijo, junto con San Francisco.
La Sala Dos, en cambio, contiene los detalles más fascinantes.
Estaba destinada a las reuniones del consejo del Luogo Pio, y aquí podrás admirar un espléndido techo de lunetos: encontrarás representados los escudos de armas de los Colleoni, los Apóstoles y otros hombres ilustres que, junto con las diez Virtudes pintadas al fresco en las paredes, debían inspirar a los miembros del consejo en sus decisiones.
Curiosidades
La primera planta está destinada al archivo histórico del Luogo Pio, que conserva todos los documentos antiguos del Consejo y de la Institución, desde 1476 hasta nuestros días.