Una granja moderna, donde los caracoles se alimentan con verduras frescas cultivadas directamente, lo que garantiza un producto sano, excelente y con un sabor único. La gama de productos puede satisfacer todas las necesidades: desde el particular, que puede comprar directamente en la granja, hasta el sector de la restauración. Bajo la marca Lumacrema, también se ofrece una línea de cosméticos a base de baba de caracol.
La granja cuenta con un punto de venta siempre abierto al público. Los caracoles, alimentados con verduras frescas de temporada de producción propia, se caracterizan por su carne sabrosa y carnosa. Los caracoles están vivos o ya limpios y congelados y listos para consumir, incluso precocinados, o bien fritos o en una sabrosa salsa que se calienta para condimentar un plato de pasta o acompañar la polenta.
El objetivo es reintroducir en la mesa aquellos sabores de la tradición pobre que se habían perdido con el tiempo, pero que merecían ser redescubiertos, añadiendo una pizca de imaginación e innovación. La granja está abierta para visitas previa reserva.