Caminando por la Via Porta Dipinta, en la Ciudad Alta, verás una imponente estructura con una fachada sencilla: es la Iglesia de San Andrés Apóstol.
La iglesia se construyó a partir de 1837 sobre los restos de una basílica del cementerio, mediante una intervención radical diseñada por el arquitecto F. Crivelli. Crivelli, que preveía una estructura en pleno estilo neoclásico.
De la fachada, sin embargo, sólo se han completado los tres portales, que están arquitrabados con un marco lineal y ligeramente moldurado, con dos ménsulas de volutas que sostienen la cornisa por encima del arquitrabe.
El interior del edificio tiene tres naves, separadas por medias columnas con capiteles de estilo corintio.
La cúpula, que puede verse desde la nave, fue pintada con un efecto de artesonado en trampantojo. Sant’Andrea Apostolo es famosa por lasnotables pinturas que se conservan en su interior, que pertenecieron a la iglesia anterior.
Entre los artistas que la decoraron se encuentran Salmeggia (Natividad adorada por pastores), Bassano (Pala di San Donnino), Padovanino (Trittico di Sant’Andrea), Moretto da Brescia (Madonna entronizada con el Niño entre los santos Eusebia, Andrea, Domnione y Domnone) y Jacopo Palma il Giovane (Natividad adorada por pastores), por citar sólo algunos.
También cuenta con un Museo de Historia y Arte Sacro (a partir de 2021), así como con el Centro Universitario de San Andrés, con la biblioteca “James A. Podboy”.
Las salas subterráneas de su cripta albergan también el Teatro S. Andrea, una primera versión del cual se construyó en 1951 como sala de cine completa con escenario, alas, telón y una cabina para proyecciones cinematográficas.
Desde 2018, lo gestiona y restaura progresivamente el Centro Universitario Teatrale di Bergamo, que lo ha convertido en sede de la escuela de interpretación y de la asociación estudiantil CUT Bergamo, así como de prestigiosos espectáculos y representaciones musicales.