La iglesia de San Juan Bautista está indisolublemente unida al futuro Papa bueno.
En 1902, cuando se bendijo la colocación de la primera piedra, él, entonces un simple seminarista, se encontraba entre la multitud.
Sin embargo, a raíz de unas filtraciones, pronto fue cerrada y restaurada.
Cuando se reabrió en 1929, fue Angelo Roncalli, que entretanto se había convertido en obispo, quien la volvió a consagrar.
Junto a ella puedes visitar también la Capilla de la Paz, que contiene una incrustación del Papa Juan compuesta por nada menos que ¡70.000 piezas de madera!