Símbolo de Bérgamo, los Casoncelli con mantequilla y salvia son uno de los platos más queridos de la tradición culinaria de Bérgamo y representan la cocina genuina de los valles.
Cada familia tiene sus pequeñas variantes secretas, pero todas tienen en común la misma forma: un precioso cofre en forma de media luna que encierra un sabroso relleno.
Nace como un plato humilde, una pasta fresca en la que se encerraban, sabiamente mezclados, los restos; hoy, la receta de los Casonsèi de la Bergamasca sigue una normativa precisa que protege su producción. El relleno es rico: peras, carne de res y cerdo, pasas, amaretti, grana padano, especias, pan, huevos y cáscara de limón. ¡Una explosión de sabor!
Desde 2016, en la ciudad, se celebra el De Casoncello, un festival completamente dedicado a la celebración de este exquisito plato típico. Durante todo el resto del año, puedes probar los Casoncelli en todos los restaurantes típicos de la ciudad y la provincia. ¡Solo te queda descubrir dónde se comen los mejores!
Al igual que el Casoncello, la polenta también tiene sus orígenes en la tradición campesina.
Preparada con harina de maíz, agua y una pizca de sal, se cocinaba en los tradicionales calderos de cobre y se servía como acompañamiento de platos de carne, quesos y verduras. Su versatilidad y su capacidad saciante la convirtieron en un plato básico de la dieta local hasta el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces, la encontramos en la mesa, los domingos, cuando la familia está reunida, acompañada de conejo, estofado o de otras delicias a base de carne.
Además de la receta simple, muy querida, la polenta se convierte en taragna cuando se mezcla con mantequilla y quesos locales. ¡Imprescindible probarla!
La taragna se disfruta humeante, especialmente en los pueblos del alto Valle Brembana, mientras que la receta simple la puedes saborear en todos los restaurantes típicos de la zona y, a veces, la encontrarás en recetas extremadamente originales.
La polenta también tiene su propio festival: la Festa della Taragna de Stabello, en Val Brembana. En septiembre, es una cita ineludible con una de las fiestas más queridas por los bergamascos. La reina dorada se acompaña con carnes de jabalí, corzo, brochetas, cotechino y buen vino local. Miles de gourmets esperan esta reunión para sentarse en las largas mesas y disfrutar de la fiesta.