La granja La Sella se creó en 2015, tras tres años de práctica especializada en la producción de azafrán. La planta del azafrán se adapta bien al entorno montañoso, especialmente a las laderas soleadas, y a menudo se utiliza para recuperar tierras marginales, abandonadas o destinadas al abandono. La especia también es conocida por sus propiedades: de hecho, es un formidable antioxidante natural, rico en vitaminas B1 y B2, que ayudan a metabolizar las grasas y también lo convierten en una excelente ayuda digestiva. Actualmente, la empresa sólo produce azafrán, pero pronto empezará a producir trufas: enganchadas, de verano y muy apreciadas.
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