Allí donde el ganado es conducido a finales de primavera, a una altitud de entre 1200 y 2300 metros, cobra vida el delicioso Formai de Mut. De hecho, la versión más famosa de este delicioso queso se elabora durante el periodo estival, cuando las vacas están en los pastos alpinos y se alimentan de hierba fresca y agua clara que fluye de los pequeños arroyos o torrentes diseminados por las montañas. Pero este queso es demasiado bueno para prescindir de él, así que los queseros han decidido producirlo incluso en invierno en el fondo del valle, para que siempre esté listo para comer. La pasta es elástica, compacta y suave; el olor y el aroma te recordarán a mantequilla fresca, a veces cocida, heno, vainilla, caldo de carne y establo con gran intensidad, sobre todo en el queso madurado. El sabor del Formai de Mut es muy equilibrado: ¡sentirás cómo se deshace en la boca! Formai de Mut es un queso de leche de vaca entera, semiduro, sin cocer y con una maduración mínima de 45 días. Si ves la etiqueta azul, debes saber que se ha producido en pastos alpinos, una práctica ancestral que consiste en estaciones, es decir, zonas acondicionadas donde las vacas pueden descansar y donde los pastores pueden procesar la leche para hacer el queso. Imagínate a estos rebaños yendo de estación en estación, alcanzando más de 2000 metros, tras lo cual inician su descenso, que suele terminar a mediados de septiembre. El queso con la etiqueta roja, en cambio, indica que se ha producido en invierno, en el valle, siempre y sólo en el territorio montañoso de los veintiún municipios del Alto Valle Brembana, tal como establece el reglamento de producción.