La forma más evocadora y “local” de ir de la Ciudad Baja a la Ciudad Alta es a través de las“escalinatas“. Como su nombre indica, son caminos exclusivamente peatonales, escalonados y pavimentados con los característicos adoquines o adoquines.
Ascienden sinuosamente, bordeados por antiguos muros de piedra seca, a través de campos, huertas en terrazas y jardines de hermosas villas: el paisaje que se abre a tu vista te encantará a cada paso. Las “escalinatas” también son populares entre los deportistas en busca de ejercicio: de hecho, son caminos alejados del tráfico, tranquilos y evocadores.
E l Scorlazzone es la continuación natural del Scorlazzino, que sube desde Città Bassa, y con sus 162 escalones planos pero inclinados es sin duda uno de los más desafiantes. Si te encuentras en Via Sudorno, busca la fuente protegida por un arco, toma la pendiente que hay sobre ella y podrás iniciar la subida.
¡Un auténtico viaje en el tiempo!
Para deportistas
Combinando las dos rutas del Scorlazzino y el Scorlazzone, alcanzas un desnivel de 120 metros, ¡corriendo desde la Via San Martino della Pigrizia hasta las inmediaciones del Castillo de San Vigilio!
¡No es un mal lugar para hacer footing!