El último molino de Val Cavallina aún en funcionamiento se encuentra entre el río Cherio y los Colli di San Fermo.
Hubo un tiempo en que la Val Cavallina estaba salpicada de molinos que explotaban las caudalosas aguas del Cherio.
Ahora todos han desaparecido, excepto uno: el molino de agua dispersa de Grone, que aún muele utilizando energía hidráulica y eléctrica.
La buena noticia es que puedes visitarla y contemplar de cerca esta estructura de madera de los años 30 bien conservada, enclavada en un oasis verde alejado de la vida de la ciudad.
¿Sabes por qué se llama “agua dispersa”?
Cerca hay manantiales que excavan pequeños canales en la roca y luego llegan a la rueda del molino que reúne el agua y no la deja permanecer “dispersa”.
Sigue el camino de estos filamentos cristalinos y llegarás al molino.