La ruta promete un paseo tranquilo por el campo y varios miradores sobre la ciudad y las colinas.
Empieza en Porta Sant’Alessandro, cerca del funicular de San Vigilio.
Para llegar a Porta Sant’Alessandro, puedes tomar el autobús urbano número 1 y bajarte en la parada final, en Colle Aperto.
La ruta corta es fácil, pero se recomienda precaución si viajas con niños pequeños porque caminarás por algunos tramos expuestos.
Pasada la Porta Sant’Alessandro, encontrarás enseguida a la derecha el funicular de San Vigilio, construido en 1912.
En unos minutos, te llevará a la colina de San Vigilio, ofreciéndote enseguida una hermosa vista de las colinas y la llanura.
En cuanto salgas del funicular de San Vigilio, gira primero a la izquierda y luego a la derecha por la Via San Vigilio, compartida con los coches.
Camina unos 300 metros ligeramente cuesta arriba hasta la entrada a Via Vetta, a la izquierda.
Siguiendo por esta carretera asfaltada con vistas a las verdes colinas, continúa hasta tomar primero por Monte Bastia a la derecha, luego por Orsarola y, por último, por Ciaregotto.
Esta última es una senda en el verde, pero sin protección, así que presta atención.
El segundo kilómetro, cuesta abajo por asfalto, te lleva hasta la bandera tricolor que ondea sobre la Casa degli Alpini.
Desde aquí, gira a la izquierda en via Colle dei Roccoli para iniciar la ruta de regreso.
Continúa rodeado de típicos muros de piedra y casas, pasando por delante de la pequeña Iglesia de San Sebastiano, pero antes de continuar a la izquierda por via San Sebastiano, merece la pena visitar su interior, rico en frescos que datan de los siglos XIV y XV.
Vuelve sobre tus pasos y, cuando la carretera haga una curva a la derecha, te encontrarás ante la antigua Fontana dell’Acqua Morta (Fuente del Agua Muerta), que data del siglo XII y está conectada al acueducto de Sudorno o San Vigilio,
uno de los acueductos principales que recogía el agua de los manantiales de Acqua Morta y Gavazzolo.
Notarás huellas de este conducto en las fuentes medievales que bordean la Via San Sebastiano.
Continúa por el camino ondulado de subidas y bajadas, típico del terreno montañoso, que finalmente te conducirá a una bonita verja a la izquierda, que marca la entrada al jardín de Villa Elena.
Camina otros 500 metros, ligeramente cuesta arriba, y volverás a San Vigilio, completando un itinerario en bucle tras una ruta que te ha regalado vistas espectaculares tanto desde las cumbres como desde las llanuras.