Hermanas recién nacidas de Fecc, Spalla y Capù, las Creste Scalvine ven celebrada su entrada en los menús típicos del Val di Scalve con una invitación a la degustación a lo largo de las estaciones.
Los ravioles, que reproducen las crestas de las magníficas montañas que encierran este valle, preparados en las cocinas de los restaurantes según un pliego de condiciones, serán presentados por cada restaurador con un aliño que será la firma del chef, libre de mojar los Creste Scalvine en una salsa de calabaza, cubrirlos de setas, perfumarlos con trufas o rodearlos de…
El relleno que encierra esta pasta fresca es una fondue de Formagella di Scalve, la reina de los productos lácteos de la Latteria Sociale di Scalve, “punto de referencia de la agricultura del valle y eje principal de la relación agricultura-turismo en Val di Scalve”.
Como era la intención de quienes concibieron originalmente la idea del Creste Scalvine, el condimento, expresión libre del genio del chef, se inspirará siempre, no obstante, en la estación en que el plato llegue a la mesa.