Para compensar la escasez de agua y las sequías, a finales del siglo XIX se construyó el acueducto de Bondo Petello, una conducción de 13 km desde el valle de Seriana.
El embalse de S. Agostino, construido en 1881, recogía y redistribuía el agua en la Città Bassa.
Más tarde, en 1889, se activó una bomba desde la gran cisterna para abastecer también las fuentes de la Ciudad Alta.
En las décadas siguientes, caracterizadas por un fuerte aumento de la población, a partir de 1912 se utilizó el embalse y la red de abastecimiento de agua existentes para alimentar un segundo acueducto desde Algua, en el valle de Brembana.