El Cementerio Monumental se encuentra en Borgo Palazzo, uno de los barrios históricos de Baja Bérgamoal que está unido por una larga avenida.
No muy lejos se encuentra el igualmente antiguo Borgo Santa Caterina.
La génesis del lugar fue compleja, ligada al destino de los cementerios que lo precedieron.
En 1810, siguiendo los edictos de Napoleón, se inauguraron tres cementerios en la ciudad: uno en la zona de S. Lucia (hoy Via Nullo), otro en Valverde y el tercero en la llanura de S. Maurizio.
Tres años más tarde, el cementerio de S. Lucia se cerró debido a su ubicación inadecuada y se sustituyó por el cementerio de S. Giorgio en Malpensata.
Los tres cementerios siguieron en uso durante todo el siglo XIX, pero entre 1895 y 1896 se decidió suprimirlos por razones higiénicas y crear una única estructura cerca del cementerio de S. Maurizio. Esa única estructura es precisamente el actual Cimitero Monumentale, cuyo concurso ganó el arquitecto milanésErnesto Pirovano.
Durante las obras, el cementerio de S. Maurizio acabó incorporado, en lugar de flanqueado, por el nuevo, y se destinó al enterramiento de niños. La zona solemne y original de la entrada, coronada por el Famedio, fue la primera parte que se terminó, al mismo tiempo que la parte delantera, por la tarde. En julio de 1904 tuvieron lugar los primeros enterramientos.
Las obras se terminaron definitivamente en 1912, para reanudarse en 1945 con la modificación de la disposición central de la capilla, que supuso la reubicación del altar cerca de la abertura hacia el cementerio.
Una plaza anticipa la imponente fachada del complejo, revestida de piedra de Brembate y compuesta por un cuerpo semicircular sobre un alto podio, con dos alas rectilíneas correspondientes a las entradas.
El eje central está subrayado por la escalinata, en cuya cúspide se eleva la pirámide truncada del famedio, unida a las capillas laterales por columnatas decoradas con hojas de hiedra y bayas, motivo que vuelve a aparecer en la puerta de hierro forjado, obra del milanés Enrico Colombo.
Ai fianchi del portale, una fascia a bassorilievo in ceppo gentile illustra il Miserere, del escultor Ernesto Bazzaro; los demás elementos decorativos son de Emilio Buzzetti.
Richiami simbolici alla sacralità e al carattere del luogo si incontrano nei capitelli del porticato interno degli avancorpi.
El cementerio alberga los restos mortales de quienes se distinguieron por aportar prestigio a la ciudad, entre ellos el hombre de letras Ciro Caversazzi, el político Angelo Mazzi, el maestro Gianandrea Gavazzeni y los compositores Antonio Cagnoni y Alessandro Nini.El antepecho que completa la fachada principal hacia el este se construyó a finales de los años cincuenta, según un diseño de la Oficina Técnica Municipal.