La cervecería familiar se fundó en el verano de 2009. Produce cerveza artesana sin filtrar ni pasteurizar, sin añadir aditivos ni conservantes, con una planta inicial de 1.000 litros equipada con 4 fermentadores y maduradores que, con los años, han crecido hasta 8, 2 de los cuales son de 2.000 litros. La fábrica de cerveza está equipada con un sistema fotovoltaico con el que produce más energía de la que consume y reduce gastos, persiguiendo un estilo de negocio ecológico. Desde 2015, la producción asciende a 90.000 litros al año: las botellas son de 33 cl, 75 cl y barriles. Cuenta con numerosos premios nacionales e internacionales, obtenidos gracias a los mejores concursos de cerveza artesana y también a través de Slow Food.