En 2014, ¡esta central celebró su centenario!
De hecho, su construcción finalizó en 1914: para su época, la Esterle era una central hidroeléctrica de vanguardia, capaz de producir el triple de electricidad que sus compañeras preexistentes.
Innovadora fue también la atención a los detalles estéticos: mírala de cerca (te recomendamos que lo hagas durante una agradable excursión por el carril bici que bordea el Adda), con sus adornos florales y sus ventanas góticas, ¿no parece la residencia de campo de un noble del siglo XV?
La atención al detalle que caracteriza a este bello edificio ha garantizado que no sólo su aspecto siga siendo actual e impresionante, sino también que su vertiente productiva siga activa, ¡con las máquinas originales aún en perfecto estado de funcionamiento!