La carne estofada con polenta es un plato típico de la cocina bergamasca; es a la vez un delicioso plato principal y un plato único. Se utiliza carne estofada, normalmente de ternera, que se cuece durante mucho tiempo a fuego lento, después de marinarla, para obtener bocados suculentos y llenos de sabor. La larga pero fácil preparación de la carne y la polenta da como resultado una combinación perfecta de sabores, especialmente adecuada para los días fríos, pero que se puede disfrutar todo el año.