Esta capilla bellamente pintada nació del cumplimiento de un voto: de hecho, el mecenas, el noble y poderoso Battista Suardi, en una época marcada por la Reforma protestante y las incursiones de soldados mercenarios, testimonió así su fidelidad a la Iglesia de Roma.
Así que, en 1523, llamó al maestro Lorenzo Lotto y le encargó la decoración de la sala que servía de oratorio, llamada capilla, en el interior de su villa de Trescore Balneario, en la desembocadura de la Val Cavallina.
Si consideras que el objetivo último del ciclo de frescos es la celebración de la victoria de Cristo sobre el mal, comprenderás el significado de la obra de este extraordinario artista.
En las paredes principales verás desarrollarse la historia de Santa Bárbara y Santa Brígida de Irlanda en hermosos frescos, mientras que en la pared del fondo encontrarás la narración de las vidas de Santa Catalina, mártir de Alejandría, y Magdalena redimida.
Santa Bárbara fue una noble romana convertida secretamente al cristianismo, de la que Lotto narra, en una única secuencia, su huida de la casa de su padre, que quería obligarla a casarse, y su posterior juicio y martirio.
De Santa Brígida, en cambio, describe su vocación y los milagros que realizó, en paneles aislados.
Trata de encontrar la frase evangélica “Ego sum Vitis, Vos Palmites” (“Yo soy la Vid, vosotros sois los sarmientos”) pintada sobre la gran figura del Cristo-Vida, en el centro de la pared norte de la capilla Suardi, superpuesta a la historia de Santa Bárbara.
Cristo está representado como una Vid milagrosa, de la que los sarmientos se entrelazan en los medallones con los Santos pintados en ellos: la decoración representa la oposición a los herejes que intentan cosechar la viña de Cristo, es decir, la Iglesia, y la exaltación del valor de las buenas obras realizadas por los Santos.
Los frescos de Lotto siguen un registro narrativo realista, con colores claros y fríos: verás la luz clara, casi transparente, que ilumina las pinturas.
Levantando la vista, observarás una falsa pérgola en el techo, con un fondo azul muy brillante, obtenido utilizando las vigas de madera reales del tejado.
Curiosidad:
Si te fijas bien, descubrirás sobre la puerta de entrada un autorretrato del Maestro Lotto en la piel de un cazador de aves que lleva un búho y un haz de ramitas sobre los hombros.