El Lugar
En este local se puede percibir claramente el fuerte vínculo entre la cocina y el arte. Dos componentes que, unidos, dan vida a una cocina vanguardista, que apuesta tanto por la investigación como por la tradición. A través de texturas, sabores y aromas, el chef se comunica con los comensales, utilizando su cocina como una herramienta capaz de emocionar y transmitir sensaciones tangibles.
Con un acogedor jardín, una cálida sala principal, una sala de relax y la bodega, Cantina Lemine es ideal tanto en verano como en invierno: los grandes ventanales aportan un toque versátil y sugestivo al ambiente.
El Chef
Alberto Magri
Alberto Magri es chef, sommelier y pintor, pero, ante todo, es el alma de Cantina Lemine.
El local es la pura expresión de sus pasiones: amante del arte desde siempre, en la cocina vive y trabaja como si estuviera frente a un lienzo.
“Pinto como cocino. Hay una primera fase de estudio, de visión, emocional, que parte de una sensación, de una experiencia, de un recuerdo. Luego viene la fase empírica, realizativa, completamente instintiva. Finalmente, la fase degustativa: aquí soy el espectador que se beneficia al observar la respuesta que lo creado genera en mis invitados,” cuenta.