Descrita ya en 1875 por el abad Stoppani, la Buca del Corno es una cueva kárstica que data de tiempos prehistóricos.
Con una longitud de 385 metros, incluye la Sala de la Cascada, la Sala del Remolino, la Sala del Desprendimiento y la Sala del Altar.
Se trata de una cueva activa, es decir, una cavidad atravesada por el agua, cuyo caudal puede alcanzar caudales considerables cuando llueve mucho.
El rugido del agua que fluye hace que la visita a la cueva sea muy fascinante.
Además, si te gusta el cine negro, debes saber que es muy probable que la Sala del Altar fuera un lugar de enterramiento: así lo demuestran los objetos encontrados aquí y que ahora se exponen en el Museo Arqueológico de Bérgamo.
En la cueva puedes hacer algunos encuentros muy inusuales: la Allegrettia Pavani, un escarabajo muy raro, vive aquí; por desgracia es un poco tímida, así que mira a tu alrededor para verla.
La Buca del Corno sólo se puede visitar internamente con cita previa y con un guía.
El parque que la rodea también está equipado con barbacoas y mesas, el lugar ideal para una excursión por la naturaleza.