El Stracchino Bronzone es un pequeño queso blando considerado por los ganaderos del Monte Bronzone y de los Colli di San Fermo e Vigolo, en la provincia de Bérgamo, como el producto tradicional por excelencia. Se sigue fabricando artesanalmente y tiene orígenes muy antiguos: ya en el siglo X, el conde Stefano Jacini escribió: “La palabra stracchino deriva de los pequeños quesos blandos que aquellos “malghesi” (pastores), en su viaje de la montaña a la llanura y viceversa, solían hacer deprisa en las paradas de descanso, con la leche de las vacas agotadas por el largo viaje”. La historia y los antiguos rituales del proceso de producción de este queso son extremadamente rigurosos: la leche entera de vaca comienza a procesarse inmediatamente después del ordeño con la coagulación a una temperatura de unos 40 grados. Cuando la cuajada está lista, se hacen dos pausas para distribuir uniformemente la grasa. Después se deja reposar la cuajada y se transfiere a moldes de madera de forma cuadrada. Luego se saca en trozos del tamaño de un stracchino individual, que se colocan en los moldes de madera con su tela.
Al cabo de unas 12 horas, se liberan de la tela y se vuelven a colocar en los moldes de madera, donde completan el proceso de desuerado y adquieren las rayas características impresas por las nervaduras de la lámina de plástico subyacente utilizada para eliminar el suero. A continuación, se dejan madurar y madurar en cámaras frías de alta humedad durante unos veinte días, tras los cuales el queso está listo para su comercialización.