Borgo Pignolo está situado entre Bérgamo Alta y Bérgamo Baja.
Al ascender al Borgo desde abajo, te conducirán gradualmente hacia Porta Sant’Agostino, a lo largo de un itinerario increíblemente evocador: además de la sucesión de casas señoriales renacentistas y neoclásicas, hay talleres artesanales, entre ellos el de un laudero de fama internacional, y numerosos restauradores.
Entre las residencias históricas también se encuentra uno de los lugares más prestigiosos de la ciudad, el maravilloso Palacio Agliardi.
La singularidad de Borgo Pignolo es que permite que el arte antiguo se encuentre con el arte contemporáneo, realizando esta pequeña magia en la armoniosa sucesión de galerías de arte y tiendas de antigüedades.
Por último, el recorrido se enriquece con los numerosos pequeños establecimientos que salpican la calle principal, Via Pignolo.
De repente, la maravillosa sucesión de palacios señoriales da paso a una vista igualmente espectacular: la Porta di Sant’Agostino, que abre una brecha en las Murallas Venecianas, el Parco della Fara y el increíble panorama del paisaje circundante.
Al visitar este antiguo pueblo, no podrás dejar de fijarte en la alternancia de espléndidas viviendas aristocráticas del siglo XVI, que encierran hermosos patios, mientras tu mirada se pierde en la majestuosidad de las murallas venecianas que delimitan sus límites.
Borgo Pignolo también es apodado “Borgo del Sapere” (Pueblo del Saber) por los bergamascos: de hecho, la parte alta alberga hoy la sede del Departamento de Literatura y Filosofía de la Universidad de Bérgamo, justo a lo largo de las calles que antaño recorrían ilustres personalidades de Venecia: eminentes rectores o autoridades de la ciudad, que pasaban por el pueblo de camino a la Ciudad Alta.
De los palacios señoriales que ofrecen una secuencia perfecta de arte renacentista y neoclásico, uno fue posteriormente propiedad de la familia Tasso, ¡en el que fue huésped el insigne poeta Torquato!
Otros albergan increíbles frescos en sus espaciosas habitaciones.
Paseando por las calles empedradas del Borgo, no pierdas la oportunidad de entrar en la Iglesia de S. Bernardino, que alberga un estupendo retablo de Lorenzo Lotto, de 1521.
Por último, en Via Pignolo se encuentra el interesante Museo Bernareggi, 20 salas dedicadas al arte sacro que albergan, entre otras, obras de L. Lotto, G. B. Moroni y C. Ceresa.