Los viñedos que rodean la propiedad están plantados según la tecnología moderna en suelos calcáreo-arcillosos, en una cuenca bien expuesta con una marcada amplitud térmica y buena ventilación. Estas características permiten, por un lado, limitar el número de tratamientos y, por otro, dar sabor a los vinos, sobre todo a los blancos. El tamaño de la bodega no impide un enfoque artesanal y un cuidado manual en las operaciones de bodega. Las etiquetas son los clásicos del repertorio Valcalepio, producidos a partir de cepas que han hecho la historia de la enología bergamasca: chardonnay y pinot blanc en los blancos, cabernet y merlot en los tintos.