La Basílica dedicada a Santa María Asunta y San Juan Bautista es el principal lugar de culto de Clusone y fue construida entre 1688 y 1698 según un diseño del arquitecto de la Fábrica del Duomo de Milán, Giovan Battista Quadrio.
Fue consagrada solemnemente en 1711 y en 1961 el Papa Juan XXIII le concedió el título de basílica menor.
Cuando entras en la Basílica, te encuentras ante un cofre del tesoro de rara belleza y una armoniosa composición de diferentes estilos, en la que cada elemento decorativo encaja perfectamente en el estilo barroco general: altares de mármol, estucos dorados, suntuosos ornamentos sagrados y pinturas de los artistas más importantes de la tradición lombardo-veneciana.
De reconocida belleza son las estatuas de los laterales de los paneles del altar, el majestuoso Altar Mayor y el grupo fantoniano de madera del Crucifijo.
La fachada de la iglesia es ligeramente saliente y carece de decoración particular: hay una ventana rectangular en la parte superior central.
También hay un museo que se puede visitar los días festivos y pre-festivos, con entrada gratuita.