Una larga pila de mármol blanco, dividida en varias partes, con un elegante techo de hierro fundido y chapa metálica.
El Lavatoio di via Lupo de Città Alta, construido en 1891, sigue siendo un modelo desde el punto de vista del diseño.
Equipada con un sistema de aducción de agua, un desagüe de rebosadero, un desagüe para el agua sucia después del lavado y un canalón para recoger el agua pulverizada producida durante el lavado, la Lavadora demuestra ser eficaz y funcional.
Por otra parte, las condiciones higiénicas de Bérgamo en aquella época eran realmente precarias: una epidemia de cólera en 1884 había azotado la ciudad y los médicos habían denunciado la mala calidad del agua de la Ciudad Alta, que favorecía la propagación del tifus, una enfermedad muy contagiosa y a menudo mortal que reaparecía todos los veranos.
Para intentar remediarlo, el Ayuntamiento de Bérgamo decidió entonces construir una serie de lavaderos públicos: además del de Via Lupo, se construyeron uno en Via Boccola y otro en Borgo Canale.
El lavadero de Via Lupo estuvo en uso hasta la década de 1950 y ahora se conserva cuidadosamente como un precioso recuerdo del pasado.