EL RESTAURANTE
La existencia de un local donde se servía vino se remonta a finales del siglo XIX, pero fue sólo en los años 30 cuando Leone Visconti, abuelo de la actual propietaria Maria Fiorella, se convirtió en su propietario. Al principio, la abuela Adelina cocinaba unos pocos platos sencillos para los trabajadores y clientes diarios, y comidas más elaboradas para celebrar fiestas, bautizos y bodas. Con el tiempo, este local se transformó y se convirtió en uno de los templos de la cocina tradicional bergamasca, un lugar elegante y refinado que ofrece una cocina auténtica preparada con ingredientes locales.
EL RESTAURADOR
La historia de la Trattoria Visconti es una historia de familia, donde cada miembro ha encontrado su papel: Daniele, en la sala junto a su madre Fiorella y su padre Giorgio, es la cara del restaurante y es responsable de la rica bodega, que incluye, además de vino, una selección de cervezas artesanales. En la cocina está Roberto, el hijo menor, que ofrece un menú estacional donde los platos tradicionales se revisitan sin desnaturalizar su esencia y recuerdo. Casi todos los productos provienen del gran huerto que hay detrás del restaurante, donde también hay una pequeña parcela de maíz autóctono bergamasco para la polenta casera, y un pequeño huerto. Aquí se intenta, en la medida de lo posible, ser autosuficientes. Y, para lo demás, se involucra a los productores locales.