La verdadera identidad del “abuelo de los abismos” es la de Ermenegildo Zanchi: fue él quien descubrió estas cuevas en San Pellegrino Terme.
Desde 2012 se pueden visitar de nuevo.
Un complejo kárstico que esconde un sueño en su interior.
Durante la caminata de unos 30 minutos, pasarás de la parte más baja a la más alta, a través de un marco resplandeciente de estalactitas y estalagmitas.
Fuera del tiempo y en el ambiente amortiguado del subsuelo, hay que decirlo: un viaje de ensueño.