El Castillo de Lurano, durante siglos residencia de los Condes Secco Suardo, antaño un verdadero pueblo fortificado debido a la proximidad del Fosso Bergamasco, se presenta hoy como un conjunto articulado de edificios desarrollados en torno al patio interior.
La capilla aristocrática del siglo XVII conserva antiguas lápidas y el jardín, Jardín Botánico en el siglo XVIII, conserva algunas especies raras de árboles.
Alberga el Centro de Estudios e Investigación de la Restauración “Giovanni Secco Suardo”, con su biblioteca y la base de datos del Archivo Histórico Nacional de Restauradores Italianos.