Un mundo de cuento de hadas construido en torno a la obra visionaria de un joven estudiante de la Accademia Carrara.
Giosué Meli, en 1840, embelesado por la belleza de la Via Costa de Luzzana, esculpió una enorme y evocadora figura a lo largo de la escalinata inspirándose en el gigantismo de Miguel Ángel y en la Bella Maniera de Gianbologna.
A tu alrededor, encontrarás laderas escarpadas, torrentes caudalosos y deliciosos lagos con pequeñas cascadas transparentes que conforman el Parque de los Gigantes.
Recorre la densa red de pasarelas y senderos que serpentean alrededor del arroyo Bragazzo y disfrutarás de vistas inéditas de paisajes aún vírgenes.
Pero hay un halo de misterio en torno a la escultura de Meli: ¿representa al Gigante que sostiene la montaña o a un Cristo depuesto?
Visita el parque e intenta responder a esta pregunta.