El Parque Adda es un espacio natural protegido de 5.800 hectáreas que discurre a lo largo de las orillas del río Adda.
Es ideal para hacer senderismo, montar en bicicleta o a caballo y observar aves.
Caminando por las orillas del río, encontrarás una gran variedad de plantas: alisos negros, plátanos, abedules, sauces y robles, y en las zonas pantanosas numerosas flores acuáticas, como el nenúfar, el nenúfar silvestre amarillo y el lirio de los valles.
Dentro del parque hay un lugar de importancia comunitaria por la presencia de varios hábitats de tipo palustre: descúbrelos en la marisma de Brivio.
El parque también es interesante por su fauna típica: la reina de los anfibios es la rana arborícola de color verde brillante con una raya negra que le recorre los flancos.
Pero no es la única, encontramos numerosos ejemplares de la rana verde y de la rana temporaria de color parduzco.
El parque alberga el Oasi dell’Alberone, una reserva natural formada gracias a la hendidura de una ribera donde se practica la observación de aves.
En el cañaveral anidan varias especies de aves, como chorlitejos, pendulinas y avetoros.
Para descubrir la belleza del Adda puedes navegar por el río a bordo del Addarella, un barco 100% ecológico, o puedes cruzarlo en el famoso Traghetto di Leonardo, un transbordador manual que utiliza la energía de la corriente para desplazarse entre Imbersago y Villa d’Adda.
Dentro del parque se encuentra un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el pueblo obrero de Crespi d’Adda.
Un ilustre ejemplo de arqueología industrial del siglo XIX.
Otra obra digna de mención es el Ponte di San Michele de Paderno, un puente enteramente de hierro, símbolo de la arqueología industrial que comparte con la Torre Eiffel la técnica de construcción y el periodo de construcción.