Sostenidos por un imponente arco de medio punto, sus muros están ricamente decorados con varios frescos, los más antiguos de los cuales datan del siglo XIII y salieron a la luz en 1937: El Lavatorio de los Pies y la Última Cena (muro izquierdo), La Anunciación (en el arco), La Pasión, Cristo en la Gloria y Cristo Juez (más allá del arco), San Narno y San Viatore, primeros obispos de la ciudad, y San Alejandro a caballo (ventana ajimezada y luneto).