Una de las peculiaridades del patrimonio gastronómico bergamasco es su antigua tradición lechera.
Desde el siglo XIII, los Bergamì, expertos queseros, han recogido los conocimientos milenarios de los pastores locales y han cuidado hábilmente la calidad de la leche, desarrollando habilidades únicas.
Transhumando entre las montañas y el valle, en el contexto de la Orobie, los prealpes locales, los animales encontraban forraje durante todo el año y daban vida a una gama de quesos que se ha convertido en los modernos Príncipes de la Orobie.
Quesos valiosos, de origen protegido, que hacen de la Bérgamo contemporánea la Capital Europea de los Quesos.
La familia Bergamini difundió sus conocimientos por todo el norte de Italia, convirtiéndose en los actuales líderes de una de las industrias lácteas más prestigiosas del mundo, la italiana.
Bérgamo Capital Europea del Queso no es sólo un alarde, sino una misión para proteger, salvaguardar y mejorar la zona del Valle del Queso y su patrimonio quesero.
No hablamos sólo de un producto culinario, sino de un patrimonio de conocimientos y oficios transmitidos durante generaciones.
Viajar a Bérgamo es entrar en contacto con esta cultura milenaria y absorber sus sabores.