Cesare y Simone, conocidos por todos simplemente como Cece y Simo, se conocieron como chefs hace unos años detrás de los fogones de un conocido restaurante de Bérgamo. Entre ollas y sartenes, compartiendo su pasión por la cocina y las cosas buenas, nació una gran amistad. Esta camaradería se transformó en una verdadera relación profesional cuando, en 2001, decidieron que estaban listos para dejar su huella en la ciudad, convencidos de que su profesionalismo, experiencia y amor innato por la buena comida los guiarían en la dirección correcta. Y así fue.